Por Alejandro Montaño San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (Agencia Informativa Conacyt).- Situado en un espacio de altura, con una vista espectacular de Tuxtla Gutiérrez y el Cañón del Sumidero, el Museo Chiapas de Ciencia y Tecnología es un espacio que celebra la libertad del conocimiento científico y la pasión por el saber de una manera divertida y apasionante.
El Much, como se le conoce, fue construido en 2006 en los terrenos que ocupó por más de 30 años el penal de Cerro Hueco, el cual fue completamente desmantelado para dar cabida a una impresionante obra arquitectónica, a cargo del arquitecto Fernando González Cortázar.
Sus instalaciones también albergan las oficinas del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas (Cocytech).
La museografía fue diseñada y montada a partir de un convenio con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que desarrolló un concepto similar al Museo Universum, aunque con características muy propias.
«El Much parte del concepto de la glocalización, entendida como ‘pensar globalmente y actuar localmente’», explica para la Agencia Informativa Conacyt Manuel de Jesús Aguilar Pérez, encargado del Departamento de Enseñanza de la Ciencia del Cocytech y una de las personas que vieron nacer desde sus inicios el proyecto. “En todas las salas, y en cada una de nuestras exposiciones, nuestros visitantes pasan de la explicación de los fenómenos globales a la aproximación a la realidad local, en un proceso de conocimiento de ida y vuelta”.
Esto es palpable en cada una de las áreas en que se divide el museo. En la sala Universo y Tierra, los visitantes se ven rodeados por los objetos y fenómenos del cosmos a través de piezas interactivas en las que se pueden aproximar al conocimiento sobre los agujeros negros, las galaxias, el sistema solar, con cada uno de sus planetas y satélites, incluida nuestra luna, hasta llegar al pequeño punto azul que es la Tierra.
También se explican las interacciones entre materia y energía, fenómenos como los eclipses, los terremotos, las erupciones volcánicas, con ejemplos locales como el volcán Chichonal, localizado entre los municipios de Francisco León y Chapultenango, en el noroeste del estado, el cual hizo erupción en 1983.
Asimismo, los asistentes pueden caminar sobre un enorme mapa satelital que muestra la intrincada geografía de Chiapas, como se observa desde el espacio.
“Aquí partimos del Big Bang, los cuásares y los objetos más lejanos del universo, hasta la comprensión de que cada uno de los átomos de los que estamos hechos fueron producidos en el corazón de las estrellas”, comenta Aguilar Pérez. “La cosmogonía de nuestros pueblos originarios se centra en el corazón de todas las personas, los animales, las plantas e incluso de los objetos inanimados, por eso es tan importante hablar del corazón de las estrellas”.
En la sala Vida y Ser Humano, las niñas, niños, jóvenes y padres de familia que visitan el museo realizan un viaje desde el surgimiento de la vida en nuestro planeta, hasta la evolución que nos convirtió en seres humanos.
“De nuevo, partimos de lo universal, que es el surgimiento de la vida en nuestro planeta, hasta la evolución del ser humano y sus diferentes culturas”, describe Aguilar Pérez. “Aquí podemos ver exposiciones interactivas acerca de cómo era la Tierra primigenia, las primeras células procariotas, hace tres mil 500 millones de años, y cómo evolucionaron hacia organismos más complejos en todas las formas de vida que han existido, incluyendo a los antiguos mayas que vivieron en nuestro estado y sus conocimientos astronómicos y matemáticos”.
En la sala Comunicaciones y Herramientas, los visitantes interactúan con diferentes exhibiciones acerca de los avances que se han dado en los últimos años en la ciencia, la tecnología y la innovación, a través de cinco temas principales: la nanotecnología, la biotecnología, el desarrollo sustentable, la robótica e inteligencia artificial y las tecnologías de la información.
Existe un espacio llamado Ciencia Recreativa, el cual cuenta con una ludoteca recién equipada y una computeca, donde se pueden hacer experimentos divertidos, y otro, denominado Espacio Mágico, especialmente diseñado para personas con discapacidad; además de un amplio auditorio con capacidad para 300 personas, donde se pueden llevar a cabo eventos académicos, científicos y culturales.
“También contamos con una sala de exposiciones temporales de cuatrocientos veinte metros cuadrados que alberga exposiciones itinerantes, como la más reciente El cerebro y las enfermedades neurodegenerativas, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Banco Nacional de Cerebros”, detalla Aguilar Pérez. “Pudimos ver piezas interactivas para conocer el funcionamiento del cerebro y tuvimos muestras de una gran variedad de enfermedades cerebrales y cerebros conservados mediante plastinación”.
Como una extensión móvil del Much, se cuenta con La Oruga de la Ciencia, un museo interactivo móvil montado en un vistoso autobús que despliega en su interior y espacios anexos exposiciones interactivas sobre temas de ciencia y tecnología, actividades, experimentos y talleres de ciencia recreativa, que recorre los 122 municipios y localidades de la entidad, con la finalidad de difundir el conocimiento entre la niñez y juventud que por alguna razón no puede desplazarse fácilmente a la capital del estado.
Para ir al Museo Chiapas de Ciencia y Tecnología solo se necesitan tres cosas: tener MUCHas ganas de divertirse, MUCHos deseos de aprender y también MUCHa imaginación.
Museo Chiapas de Ciencia y TecnologíaCalzada Cerro Hueco Núm. 3000, Col. Cerro Hueco, C.P. 29094, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas Horarios: Costos: Correo: [email protected] Facebook: Museo de Ciencia Twitter: @cienciamuch |