Como cada año, el tercer sábado de mayo, la Destilería San Patricio, celebrará el Día del Whisky en el corazón del Valle de México. En un ambiente que rememora la cultura celta y el espíritu del Batallón de San Patricio, la destilería es el lugar perfecto para descubrir cómo el agua del Iztaccíhuatl y la tradición irlandesa se juntan para crear algo excepcional.
Organizadores, señalaron que para los asistentes, se realizará un tour exclusivo, hasta degustaciones guiadas por expertos, la experiencia te conecta con la historia, la pasión y la excelencia que hacen único a nuestro whisky.
El mundo entero alza su copa para rendir homenaje a una bebida que ha conquistado paladares y corazones alrededor del planeta: el whisky. Gracias a Blair Bowman, un apasionado maestro destilador, hoy celebramos el Día Mundial del Whisky, un día para brindar por la historia, la tradición y la dedicación que hay detrás de cada sorbo de este elixir dorado.
Indicaron que no todos los whiskies son iguales. En Destilería San Patricio, tenemos algo realmente especial: Battalion, un whisky 100% Single Malt al estilo irlandés, con tres años de añejamiento en barrica de roble blanco extequilero, elaborado con agua pura de filtraciones del majestuoso volcán Iztaccíhuatl. Esta agua única le da a nuestro whisky una frescura y pureza excepcionales, que marcan la diferencia desde el primer trago.
Un viaje desde el origen hasta tu copa
El whisky nació hace siglos en Escocia como un remedio, y con el tiempo se convirtió en el símbolo universal de celebración y unión. Hoy, en Destilería San Patricio, ese legado sigue vivo, fusionando la tradición irlandesa con la magia natural de México. Cada gota de nuestro Single Malt captura esa esencia, gracias a la cuidadosa selección de malta y al uso de agua pura de montaña, que aporta un carácter limpio y suave difícil de igualar.
Whisky: un arte en cada gota
Elaborar un buen whisky es un proceso meticuloso. Nuestra bebida envejece en barricas de roble que le aportan ese sabor complejo y equilibrado que tanto amamos. La calidad de la malta, combinada con el agua del Iztaccíhuatl, ayuda a resaltar notas únicas y un perfil aromático que enamora. El resultado es un whisky irlandés que brilla por su suavidad, profundidad y carácter, ideal para disfrutar solo o en buena compañía.