Estos pequeños poblados o pequeñas ciudades atesoran la otra riqueza, la de las dulces miradas, la del color exaltado, la de la pasión por lo cotidiano, la de olores y sabores capaces de sublimar el espíritu, la de la tradición enriquecida por la vida de quienes llegan a sus calles empedradas o a contemplar y disfrutar de esos cuadros cotidianos, perpetuados inconscientemente por el tiempo. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos puntos de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.
Las características principales de estos bellos sitios incluyen el estar ubicados en zonas cercanas a sitios turísticos o grandes ciudades, tener accesos fáciles por carretera y un valor señaladamente diferenciado: histórico, religioso o cultural. Su común denominador es tener una muy especial importancia cultural, histórica o social.
Zacatecas cuenta con dignos y hermosos ejemplos de esa riqueza cultural e histórica de México. Cinco de estos Pueblos Mágicos, son: Sombrerete, Jerez de García Salinas y El Teúl de González Ortega, Nochistlaán y Pinos.
Muestras que atesoran y ofrecen al visitante toda esa gama de valores y tradiciones. Lugares con una gran belleza y arquitectura, pero sobretodo con una gran gente de extraordinaria sencillez, la cual es en realidad quien da el verdadero valor a estos pueblos.